viernes, 26 de julio de 2013

Casa en pie

Para mantener aquella casa en pie
fue necesario un largo esfuerzo
de días sin luz, de noches de insomnio;
esperanza inútil, melancolía sin fin
de un otoño lejano en el que no habrás
de habitar nunca.  Casa en pie, puerta
abierta, sagrado espacio en el que no
estás clamando hacia sitio alguno, vacío inerte.
Uñas adentro clavándose en carne propia,
ciclo finito de des-confianza y sangre,
casa desguarnecida, casa en sombra,
donde moho y melancolía se confunden
unas veces, o se funden, otras.
Pero casa en pie,
mientras haya sangre,
                                 mientras esta fluya.